Harcourt St. |
Grafton St. |
Quien diga que Dublín es una ciudad vibrante, cambiante y activa, tiene razón.
Y quien diga que Dublín es un remanso de paz, donde el tiempo parece que se detiene mientras recorres las calles, también.
Esta tarde, paseando por la archiconocida Grafton St., meca del shopping y un 'must' para todo aquel que quiera vivir en sus carnes el ritmo de la capital irlandesa, he ido agudizando el oído y me ha parecido escuchar como 6 idioma diferentes. Músicos, artistas callejeros, bandadas de estudiantes exrtanjeros, trendy teenagers', ejecutivos de toda raza y demás especies urbanas suben y bajan, recorren velozmente el corazón de la ciudad al tiempo que engullen un 'chicken wrap' por lunch.
Me alejo, dejo atrás el parque de St Stephen's Green, caminos tres minutos por Harcoutr Street hacia el sur...y no se oye un alma. Sólo de vez en cuando el tintineo del LUAS (tranvía Dublinés). Se acabaron los cafés abarrotados, ya no más hordas de paseantes, no hay música...na-da. Puede llevar a pensar que me he metido en una zona no muy recomendable, pero no; de hecho estoy en uno de los mejores distritos de la ciudad. Es increíble. En cuestión de minutos, he pasado del todo a la nada.